miércoles, 21 de noviembre de 2012

Historia de un matrimonio

Creemos conocer a los que amamos.
Con esta casi universal creencia empieza la historia del matrimonio Cook, en un alejado del colorista y tolerante San Francisco de nuestros días. Es 1953, la guerra de Corea espolea con sus últimos coletazos a una sociedad ya cansada y con muchos conflictos internos todavía por resolver. Los negros, todavía no pueden sentarse en el mismo lugar del bar donde lo hacen los blancos. Pero eso, al fin y al cabo, son los considerados grandes asuntos de trasfondo social que dejamos a las puertas del universo real que constituye nuestro hogar y la familia. Un territorio por el que creemos caminar en confianza, hasta que un tropiezo con el pasado, en las posibles mil formas en que la naturaleza envuelve el aspecto de los recuerdos, borra cualquier atisbo de seguridad, vagando en una cotidianidad nueva de incertidumbre y sospecha. Holland y Pearlie; una historia construida a base de sobreentendidos e intuiciones pero suya al fin y al cabo. Buzz y Pearlie, deconstruyendo sus narraciones y concibiendo la de terceros con un convencimiento que ninguna especulación puede jamás aportar. Final insospechado en un relato de sinuosas aproximaciones laterales que nos permitirán ir conociendo la vida de estos habitantes del Sunset, en un paseo a  orillas del Pacífico.
Andrew S.Greer
Ediciones Salamandra
Mayo 2012

                                       Porque la línea recta también puede estar llena de sobresaltos

jueves, 15 de noviembre de 2012

El temps de les cireres

Después de leer la ópera cotidiana decido investigar un poco más en la obertura que, entre otras, presenta y precede a la obra; vuelvo a Montserrat Roig, en su espera del tiempo de las cerezas, del tiempo de la felicidad; de nuevo ambientado en ese irresistible ensanche barcelonés posfranquista y sus personajes entre aburridamente cotidianos y excéntricamente literarios. Una forma de contar especial y única, en la que los diálogos quedan camuflados en líneas de prosa que desgranan, en un vaivén perfectamente controlado entre el pasado y el presente que construye el tiempo de la novela, la saga de las famílias Calvet y Miralpeix. 
Natàlia vuelve a su ciudad natal después de 12 años en el extranjero. Vuelve queriendo entender y lo primero que comprende es que eso no puede conseguirlo con el simple hecho de encontrarse en el lugar donde todo sucedió en algún momento; una Barcelona donde nada es como recuerda pero donde a la vez parece subyacer una película superficial que todo lo pretende matizar de  una imperturbabilidad imposible e irreal. Espacios y relaciones excelentemente descritos con una sensibilidad que atrapa, haciendo desear que para todos llegue, el ansiado temps de les cireres.
Septembre 2008
La Butxaca
interior de manzana de RCR. Por todos aquellos espacios que el desarrollo de una ciudad ha 
destruído, los mismos que otro desarrollo más tardío intenta recuperar

lunes, 5 de noviembre de 2012

Baila, baila, baila

Baila. Baila. Baila sin dejar de moverte en ningún momento, anda sin detenerte aunque se presenten extraños los acontecimientos a sortear. Este es el consejo que el sabio hombre carnero le da al protagonista de este relato; un quitanieves cultural, capaz de rellenar el hueco editorial con el artículo más inverosímil, aficionado a la cocina casera, perdido en un tiempo presente que no sabe habitar sin las presencias de ciertos fantasmas pasados. De Tokio a Sapporo, con parada vacacional en Hawai, a un ya no tan mítico Hotel Delfín que a pesar de todo conserva el poder de ser origen de todas las cosas. Quizás también final, aunque eso cada lector deberá descubrirlo recorriendo estas páginas que construyen un retazo de ese universo llamado Murakami, donde nada sobra pero todo falta en esta realidad entre cotidiana y surrealista en la que viven sus personajes.
Tusquets editores
Septiembre 2012
                                Porque las conexiones entre lugares se establecen de muy distintas maneras