Después de 3 años y un tiempo entre costuras de historia redonda y lenguaje esmerado y directo, María Dueñas vuelve a la carga con Misión Olvido, con esas mujeres protagonistas con las que uno parece empatizar de manera natural, ante sus dudas, errores y alegrías, tan parecidos a los que nos sobrevienen a todos alguna vez.
Quizá es su trasfondo histórico, su localización californiana por la que siento un apego e identificación especial, quizá por esas historias personales que a todos nos atrapan, acaso ese amor envuelto en pasión literaria...perfecta combinación. De arranque más lento que su predecesora, Blanca Perea se toma su tiempo para aterrizar y adaptarse a su nuevo y americano entorno de trabajo, sus días en despertar interés por la pasión de un cometido aparentemente insulso a realizar, largas horas de charla para destapar otra clase de pasiones algo más subyacentes.
A lo largo del Camino Real y de la mano de las misiones franciscanas que una vez lo poblaron avanzaremos en el devenir de la historia de la protagonista y la red de personajes que se construye a su alrededor. De nuevo dinámica e interesante, María Dueñas seguro conseguirá atrapar a muchos con su historia sin por ello dejar de lado una forma y contenido del todo interesantes.
Aunque existen momentos en los que parece que todo esté cerrado,
hay que entrever el resquicio para mirar hacia adelante