Una amiga de origen africano y residente en Londres es la que por casualidad nos ha presentado a Marjane Satrapi y sus familiares; este azar caprichoso es el que nos permite acercarnos a una primera parte de las memorias de la autora en su infancia en Irán. Dibujo sencillo de claridad demoledora, la historia se sucede a través de numerosas viñetas en blanco y negro que no necesitan de más detalle o color para transmitir un mensaje preciso y punzante. Texto mordaz, solamente en la simpleza con la que se exponen los hechos, ocurridos a una sociedad que en pocos años debe asumir el reinado y derrocamiento del régimen del Sha, el triunfo de la revolución islámica y los efectos de una guerra contra Iraq.
Inevitable sentir simpatía por la protagonista, con sus dudas y conjeturas, su afán de entender y revelarse, su manera infantil y muchas veces astuta de vivir entre tantas contradicciones entre una vida pública de represión al espíritu individual y un ambiente familiar extraordinario que lucha por adaptarse sin perder su identidad.
Lectora voraz, capaz de abordar cualquier clase de novela aunque sea de aquellas que no puedan leerse estirado por que le entran a uno cosquilleos en las manos del peso de la susodicha, admito ciertos prejuicios hacia el cómic y la novela ilustrada, que en sus primeras páginas Persepolis ya consigue vencer; animándoos con el fervor y frescura con las que Satrapi nos cuenta su historia a que os aventuréis también vosotros en ella.
Persepolis_The story of a childwood
Marjane Satrapi
Jonathan Cape, London, 2003
allá cada uno como quiera retratarse...
Leída también la segunda parte casi en la conciencia de terminar aquello que se empieza. Se conserva el ritmo y el humor a la hora de contar los acontecimientos aunque el formato y dibujo dejan de ser la sorpresa especial recibida con el primer tomo. Marjane en Austria y de vuelta a Irán, envuelta en ese sentimiento que a todos nos envarga alguna vez cuando creemos que el regreso o marcha hacia algún lugar determinado nos devolverá cierta entereza, paz o claridad ante aquello que queremos. Pero las incertezas nos persiguen allí donde viajemos, aunque sea hacia un seno familiar respetuoso y acogedor. A veces surge solamente estando quietos....
ResponderEliminar